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RÉQUIEM POR UN CAMPESINO ESPAÑOL. TEATRO CONTEMPORÁNEO Y
TRADICIÓN

Obra maestra, historia de nuestra tierra, fábula, tradición, simbolismo, obra universal, crónica, tragedia, costumbrismo, obra social, romance de ciego… y tantas y tantas otras cosas que me han hecho estremecer y emocionarme cada vez que pienso en ella.

A lo largo de estos años, desde Teatro Che y Moche siempre hemos querido ser muy sinceros en cuanto al porqué de nuestros proyectos e intentar de forma nítida explicar su idoneidad y las motivaciones que nos llevan a su montaje. Hace ya casi tres años que Alfonso Plou escuchó estos mismos argumentos que hoy comparto y desde ese momento con toda ilusión fuimos dando forma a la idea; lecturas, charlas, reuniones, borradores, etc… es decir, hoy presentamos el resultado de un largo proceso de trabajo que siempre pensábamos debía tener su momento idóneo en el devenir de nuestros procesos.

Así como existe innegablemente una vertiente creativa vinculada a la música en directo, Teatro Che y Moche tiene un sello muy personal en su adaptación a teatro de otras creaciones ya sean literarias o cinematográficas (Metrópolis, Nosferatu, Una Jirafa, Cielo sobre Berlín…) y en todos los casos se han conseguido excelentes resultados muy elogiados que han formado parte de las mejores programaciones del panorama teatral dentro y fuera de nuestro país. Sin ninguna duda la experiencia y la trayectoria avalan nuestra propuesta, pero en esta ocasión la compañía da un paso más allá en cuanto a difusión y compromiso con nuestra tierra y nuestro patrimonio cultural: Ramón J. Sender, Un autor aragonés considerado todo un genio de la narrativa que nos proporciona el mejor de los ingredientes; un gran texto incluido entre los imprescindibles de toda la historia de la narrativa, Réquiem por un campesino Español.

Que recibiéramos noticias de la familia de Sender a través de la empresa que gestiona sus derechos para decirnos que están encantados ante la versión de Plou nos parece sobresaliente y alentador, aun así consideramos que el mejor de los motivos para embarcarnos en la nueva aventura sigue siendo el compromiso con nuestras posibilidades para seguir creando, descubriendo mundos aún inexplorados que nos hagan merecedores de la atención de nuestro público, el que nos aguarda con impaciencia y el que está por descubrirnos. El Réquiem reúne todos los elementos necesarios para interesar y fascinar al estudiante, al investigador, al erudito, al hombre de campo, al urbanita, al espectador medio, al especialista, al revolucionario, al conservador… Un lenguaje sencillo y honesto, a la vez que sorprendente por el origen de su naturaleza costumbrista, lo convierte en un vademécum literario de nuestra tierra que hipnotiza y subyuga. Otra de sus genialidades se encuentra en su brevedad como novela, al contrario que otros y del mismo modo que San Juan de La Cruz con unos pocos versos, Sender fue capaz con su concepto de narrar más con mucho menos. Es aquí donde aparece algo troncal en nuestra manera de contar; lo conceptual frente a lo formal, el expresionismo frente al realismo. Lo simbólico se convierte en estilo común en nuestras propuestas e independientemente del género, los diferentes lenguajes escénicos con los que creamos la paleta de colores configuran el espectáculo de manera sorprendente.

Un trabajo para actores de dilatada trayectoria y versátiles en géneros y disciplinas. Una directora que se caracteriza por su audacia ante los grandes textos y los grandes autores capaz de transmitir un imaginario personal siempre al servicio de la dramaturgia, otorgándole un nuevo valor revitalizante y sorprendente a caballo entre la provocación y la complicidad.

Óscar Sanmartín se suma con su imaginario y creaciones a la nómina de artistas para diseñar un espacio lleno de simbolismos y belleza. En cuanto a la idoneidad estoy absolutamente convencido de la capacidad de nuestro equipo y en este caso del departamento de distribución, Raquel Anadón comprende y conoce el mercado nacional a la perfección y junto al resto de la compañía valora la actual propuesta dentro de nuestros circuitos como muy acertada en las circunstancias actuales; demanda general en sala, contenidos desarrollables en campañas escolares con las que ya trabajamos en toda España, ciclos temáticos contemporáneos, gran consideración actualmente por obra y el autor a nivel mundial, ampliar nuevos mercados y nuevas programaciones, difusión del patrimonio aragonés…

Reivindicar la memoria es a veces buscar en lugares propios y comunes. Esa es también la función de este espectáculo: mostrar otras memorias colectivas, hacer bello e importante lo cotidiano, huyendo de lo ocioso, y encontrar el camino dentro y fuera de uno, solo y con los demás, seguir reinterpretando el pasado con la mayor pasión para estar más vivo. A lo largo del tiempo, nuestra compañía, siempre que la vida nos lo permite, ha caminado en la búsqueda de un lenguaje alejado de las convenciones, un lenguaje propio y a la vez común con nuestro público; ese viaje siempre complejo a la vez que enriquecedor, nos ha ido consolidando como una compañía comprometida con el riesgo creativo. Nuestras experiencias, nuestras fuentes, nuestras referencias artísticas y nuestra pasión, nos incitan a necesidades expresivas y de creación poco acomodada y a la vez entroncada con la tradición teatral y con otros muchos lenguajes escénicos y multidisciplinares admirados desde hace décadas en todo el mundo. Nuestro objetivo es colaborar en el desarrollo colectivo y social del teatro contemporáneo de nuestra comunidad en su compromiso vital con el ciudadano que es a quien va dirigido nuestro arte. Las compañías y los actores deben aprender a levantar su propio teatro. La belleza no existe copiándola, la belleza se alcanza. Es el producto de actos sinceros, sensibles, puros, altruistas, auténticos desinteresados, y de procesos teatrales realizados al son de la música de un colectivo que trabaja siempre al servicio de un mismo sueño. Perseguir la verdad creadora es el mayor sueño, el sueño de la vida vista a través del ojo del escenario.